Aristóteles

ARISTÓTELES

Esta gira que doy por Macedonia,
ya que me tomo el postre,
ante la adversidad que me endemonia
fehacientemente espero que la arrostre.

Cual Alejandro Magno que subyuga
territorios ignotos,
conquisto yo las cotas y los cotos
sin que haya opción a fuga.

En el fértil jardín de Apolo Licio,
que rebaños sociales dignifica,
doy comprensión a la virtud, o al vicio,
que el credo y la ignorancia magnifica.

Anciano escucharé, peripatético,
del Liceo las músicas sinfónicas,
y aquí acaban las crónicas
de mi estómago y mi cerebro ético.

Jesús María Bustelo Acevedo

Historia del Pueblo Judío

HISTORIA DE EVA

¡Lapidemos a Eva!, ¡lapidémosla!
Ella nos traicionó con esa fruta,
por ser débil, ser frágil... ¡por ser puta!
Si ahora la muerte manda... ¡pues matémosla!

Es la oración judía que se eleva
de un corazón que lo que ataca lleva.

Nos costó una costilla, la costilla
que nos torna la gloria en una cuesta;
¡lapidémosla entonces, porque apesta,
y no es más un apoyo! ¡Es una pilla!

Es la oración judía que se eleva
de un corazón que lo que ataca lleva.

¿Para eso hizo Dios el Paraíso?
¿Para que una mujer pecaminosa
se volviera que Dios más poderosa
pues su desobediencia vil lo quiso?

Es la oración judía que se eleva
de un corazón que lo que ataca lleva.

¡Ya nada vale Adán, ni un ave es Eva!
Con dolor al Edén se le da fin,
multiplicándose la raza nueva:
¡los hijos de Caín!

Jesús María Bustelo Acevedo