¡Nunca he leído un libro!

¡NUNCA HE LEÍDO UN LIBRO!

Nunca he leído un libro...
Esos trastos rellenos de palabras,
¿qué más podrán decir cuando los abras,
si en la verdad me libro y me calibro?
¡Nunca he leído un libro!
¡Los libros que alimenten a las cabras!
¡Yo con ellos no vibro!

¿Qué podrán agregar, que no lo pesco?
¿Acaso soy carencia?
¡Ah, ya comprendo, me darán presencia,
y ante la masa un ademán chulesco!

Sirven, sin duda, para el disimulo,
la coraza, la pose y la apariencia;
para gritar: ¡yo soy hombre de ciencia,
y a ti, paleto, que te den por culo!

Entonces, que se sepa:
¡los pienso devorar, como buen trepa!

Jesús María Bustelo Acevedo

Los hijos de la culpa

LOS HIJOS DE LA CULPA

Los hijos de la culpa
caminan cabizbajos,
directo a sus labores
como está estipulado,
porque no son los ninis
que viven subsidiados,
ni son los perroflautas
ociosos y drogados,
ni los irresponsables,
ni los acomodados...
Los hijos de la culpa,
como está bien mandado,
sacrificadamente
y esforzándose al máximo,
cumplen con todas sus
obligaciones, temprano
se entregan cada día
a ese rito mundano
que les da la inocencia
y que llaman trabajo...
¡Los hijos de la culpa
son buenos ciudadanos!

Jesús María Bustelo Acevedo